Los analgésicos de uso cotidiano son un grupo muy numeroso de medicamentos, tanto en su composición como en su modo de actuar, y todos ellos comparten su acción antiinflamatoria, analgésica (frente al dolor) y antitérmica (disminuyendo la temperatura corporal).
Algunos de ellos son muy conocidos, como el paracetamol, el ibuprofeno, el diclofenac, el ketorolac o la aspirina. Se pueden encontrar como medicamentos genéricos o como marca comercial en cualquier farmacia o inclusive en kioscos y son generalmente de venta libre.
Nuestros riñones son órganos vitales, que eliminan los desechos del cuerpo y lo ayudan a retener la cantidad correcta de líquido. También envían hormonas que mantienen constante la presión arterial y juegan un papel en la producción de glóbulos rojos. Incluso producen una forma de vitamina D que es buena para los huesos. Algunos medicamentos pueden dificultar esos procesos para los riñones y evitar que funcionen como deberían. Los analgésicos antes nombrados son algunos de ellos!
No deben ser usados regularmente durante mucho tiempo ni tomar altas dosis de ellos. El uso excesivo de medicamentos para el dolor causa hasta el 5% de los casos de insuficiencia renal crónica cada año.
En el caso de presentar alguna enfermedad renal es importante conversar con su médico sobre el uso de estos medicamentos que pueden deteriorar el buen funcionamiento de los riñones y alterar nuestra calidad de vida.
Ante alguna dolencia o proceso donde sea necesario utilizarlos, como por ejemplo cuadro de lumbalgia o post operatorios, si Ud tiene factores de riesgo para enfermedad renal es conveniente consultar el uso con su médico nefrólogo para evitar los efectos adversos.
Si Ud. tiene factores de riesgo para enfermedad renal ¿Cómo utilizarlos de forma segura?
La eficacia de los AINE no mejora cuando se aumenta la dosis y, sin embargo, aumenta el riesgo de efectos adversos graves. Como los AINE comparten mecanismo de acción, tomarlos de forma conjunta tiene el mismo efecto que aumentar la dosis: no mejora la eficacia y crece el riesgo de aparición de efectos secundarios.
A veces, sin ser conscientes, aumentamos la cantidad total de AINE que tomamos al día. Tenga en cuenta las siguientes recomendaciones:
- NO acorte los tiempos entre la administración del AINE.
- NO tome dos AINE a la vez y no intercale otro AINE entre dos tomas.
- Cuando tome un antigripal comprado en la farmacia, COMPRUEBE si contiene, además de otros medicamentos, un AINE (ibuprofeno o aspirina).
- Cuando un profesional sanitario (por ejemplo, en odontología, en urgencias o en la farmacia…) nos indica un nuevo medicamento para el dolor, COMPRUEBE si se trata de un AINE.